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Tratamiento de disfunciones Sexuales.

Una disfunción sexual es un problema que una persona presenta en su respuesta sexual. No le sucede nada a nivel estructural, es decir, no tiene ninguna enfermedad física que le cause este problema. Lo que está alterada es su respuesta ante la situación sexual propiamente dicha. Las disfunciones sexuales provocan una malestar significativo en la persona que las sufre. Suponen un problema de salud que afecta directamente a su calidad de vida y, generalmente también, a la de su pareja sexual. Por todo ello, no conviene banalizarlo, ni quitarle importancia.

Sexólog@s especialistas.

Un sexólogo es un psicólogo especializado en el tratamiento de las distintas disfunciones sexuales. En Avant Psicología®: psicólogos en Valencia, encontrarás a profesionales con la formación y experiencia adecuadas para manejar estas problemáticas. El papel de un psicólogo especializado en el tratamiento de las disfunciones sexuales es fundamental en el abordaje integral de estas condiciones, que pueden afectar significativamente la calidad de vida y las relaciones interpersonales de quienes las experimentan. Aquí hay algunas características clave que distinguen a estos profesionales:

  • Empatía y Sensibilidad: Un psicólogo especializado en disfunciones sexuales debe poseer una profunda empatía y sensibilidad hacia las experiencias de sus pacientes. Comprender las complejidades emocionales y psicológicas asociadas con la sexualidad requiere de una actitud empática y sin prejuicios.
  • Confidencialidad y Profesionalismo: La confidencialidad es un principio fundamental en la práctica de cualquier psicólogo, pero es aún más crucial en el campo de las disfunciones sexuales, donde los pacientes pueden experimentar vergüenza o temor al hablar sobre sus problemas íntimos. Un profesional en este campo debe ser capaz de crear un entorno seguro y confidencial donde los pacientes se sientan cómodos expresando sus preocupaciones más personales.
  • Conocimientos Especializados: Además de una formación general en psicología clínica, un psicólogo especializado en disfunciones sexuales debe tener un conocimiento profundo de la sexología y la terapia sexual. Esto incluye comprender las diversas causas físicas, psicológicas y emocionales de las disfunciones sexuales, así como estar al tanto de las últimas investigaciones y enfoques terapéuticos en el campo.
  • Enfoque Multidisciplinario: A menudo, las disfunciones sexuales requieren un enfoque multidisciplinario que puede implicar colaboración con otros profesionales de la salud, como médicos, endocrinólogos o terapeutas físicos. Un psicólogo especializado en este campo debe estar dispuesto y ser capaz de trabajar en equipo para ofrecer la mejor atención posible a sus pacientes.
  • Habilidades de Comunicación: La capacidad de comunicarse de manera efectiva es esencial para cualquier psicólogo, pero es especialmente importante en el contexto de las disfunciones sexuales, donde la comunicación abierta y honesta sobre la sexualidad puede ser un desafío para muchos pacientes. Un psicólogo especializado debe ser capaz de facilitar conversaciones difíciles de manera delicada y comprensiva.
  • Flexibilidad y Adaptabilidad: Cada paciente es único, y las disfunciones sexuales pueden manifestarse de diversas formas y tener múltiples causas subyacentes. Por lo tanto, un psicólogo especializado debe ser flexible y estar preparado para adaptar su enfoque terapéutico a las necesidades individuales de cada paciente.

Causas de las Disfunciones Sexuales.

El origen del problema hay que buscarlo en procesos de aprendizaje. Hábitos mal aprendidos, respuestas condicionadas de ansiedad y una incorrecta educación sexual, estarían dentro de los principales factores causantes de una disfunción sexual. Es por esto, que una vez descartada la causa física, es el psicólogo especialista en sexología el encargado del tratamiento de una disfunción sexual. Recuerda que “el principal órgano sexual de una persona no se encuentra entre sus piernas, sino entre sus orejas”.

Listado de disfunciones sexuales

Aquí hay un vistazo a algunas de las disfunciones sexuales más comunes:

  • Disfunción eréctil: También conocida como impotencia, es la incapacidad persistente para mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales satisfactorias. Esta condición puede estar relacionada con problemas físicos como enfermedades cardiovasculares, diabetes o problemas neurológicos, así como factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.
  • Eyaculación precoz: Se caracteriza por la eyaculación que ocurre de manera persistente y prematura, antes o poco después de la penetración, con una mínima estimulación sexual. Esta disfunción puede causar frustración y ansiedad en la persona afectada y su pareja, y puede estar relacionada con factores psicológicos como la ansiedad por el desempeño o la falta de control sobre la eyaculación.
  • Anorgasmia: Es la incapacidad persistente para alcanzar el orgasmo, incluso después de una estimulación sexual adecuada. Puede ser primaria, cuando la persona nunca ha experimentado un orgasmo, o secundaria, cuando se ha tenido en el pasado pero ya no se experimenta. La anorgasmia puede estar relacionada con factores psicológicos, como traumas pasados, ansiedad o depresión, así como con problemas físicos como trastornos hormonales o neuropatías.
  • Dispareunia: Se refiere al dolor persistente durante el coito. Puede estar relacionado con problemas físicos como infecciones del tracto urinario, endometriosis o vaginismo, así como con factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o experiencias sexuales traumáticas previas.
  • Vaginismo: Es la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina, lo que dificulta o imposibilita la penetración. Esta condición puede ser causada por miedo al dolor, traumas pasados, ansiedad o tensión muscular crónica.
  • Falta de deseo sexual (deseo sexual hipoactivo): Se caracteriza por la ausencia persistente o la disminución significativa del interés en el sexo. Puede estar relacionado con factores físicos como desequilibrios hormonales, así como con factores psicológicos como el estrés, la depresión o problemas de relación.

Es importante tener en cuenta que las disfunciones sexuales pueden afectar a personas de todas las edades, géneros y orientaciones sexuales, y es fundamental abordarlas con comprensión y apoyo.

La Terapia Sexológica.

La terapia sexológica es relativamente sencilla si la comparamos con el tratamiento de otros trastornos psicológicos. Esto se debe a que la solución de estos problemas suele requerir menos sesiones y a que los tratamientos están muy sistematizados. Existe un protocolo estandarizado para cada disfunción específica, pero es muy importante que sea adaptado a las circunstancias particulares de cada individuo. Es por ello que muchas personas intentan practicar los ejercicios de terapia sexual por su cuenta, pero no obtienen los resultados esperados. En el caso de sufrir un problema sexual que se perpetúa en el tiempo, es aconsejable buscar la ayuda de un sexólogo que le ayude a encontrar la solución más adecuada. La terapia sexológica es un campo especializado dentro de la psicoterapia que se centra en abordar las dificultades y preocupaciones relacionadas con la sexualidad humana. A través de un enfoque comprensivo y sin prejuicios, los terapeutas sexológicos trabajan con individuos, parejas y grupos para explorar, comprender y resolver una amplia gama de problemas sexuales.

Esta forma de terapia no solo se centra en tratar trastornos sexuales específicos, como la disfunción eréctil, la falta de deseo sexual o la anorgasmia, sino que también aborda aspectos más amplios de la sexualidad humana, como la identidad sexual, la orientación sexual, la comunicación sexual, la intimidad y las relaciones afectivas. El proceso terapéutico en sexología implica crear un ambiente seguro y de confianza donde los individuos se sientan libres para discutir abierta y honestamente sus preocupaciones y experiencias sexuales. Los terapeutas sexológicos utilizan una variedad de técnicas y enfoques terapéuticos, incluyendo la terapia cognitivo-conductual, la terapia de pareja, la terapia centrada en la persona y la educación sexual, adaptando su enfoque a las necesidades únicas de cada cliente.

Uno de los aspectos más importantes de la terapia sexológica es su enfoque integral y holístico de la sexualidad humana. Esto significa considerar no solo los aspectos físicos y biológicos de la sexualidad, sino también los aspectos emocionales, psicológicos, sociales y culturales que influyen en la experiencia sexual de cada individuo. Además de trabajar directamente con individuos y parejas, los terapeutas sexológicos también pueden ofrecer educación sexual, asesoramiento y talleres para ayudar a las personas a desarrollar una comprensión más profunda y positiva de su sexualidad.

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