Evaluación psicológica.
Comenzamos con una primera fase donde se recogerá la información pertinente a la naturaleza del problema. Esta es una fase importante tanto para el psicólogo como para el paciente. El paciente podrá exponer su problema a otra persona que además es un profesional en la materia, y el psicólogo le dará alguna información inicial sobre lo que le sucede y le ayudará en muchas ocasiones a «normalizar» su problema y a generar expectativas realistas sobre la solución del mismo. Observamos a menudo en nuestra consulta el efecto positivo que esto tiene en los pacientes y en su motivación para poner solución a sus problemas.
La evaluación psicológica es una fase fundamental en el proceso terapéutico, y en Avant Psicología, reconocemos su importancia para comprender a fondo las necesidades y circunstancias únicas de cada individuo. Este paso inicial sienta las bases para un tratamiento efectivo y personalizado. Durante la evaluación psicológica, nuestros profesionales se dedican a recopilar información detallada sobre diversos aspectos de la vida del cliente. Esto incluye antecedentes personales, historia médica, eventos significativos, relaciones interpersonales, y síntomas específicos que puedan estar afectando el bienestar emocional. Utilizamos una variedad de métodos y herramientas psicométricas para obtener una comprensión completa de la situación del cliente. Estos pueden incluir cuestionarios estandarizados, entrevistas estructuradas, pruebas específicas y observación clínica. Este enfoque integral nos permite obtener una imagen clara y precisa de los desafíos psicológicos que enfrenta cada persona.
Hipótesis o devolución de información.
A partir de la información recogida se formará una hipótesis sobre cómo y porqué empezó el problema y cuales son las variables que lo mantienen en la actualidad. Toda esta información se pone en común con el paciente y se fijan, de forma consensuada, los objetivos a conseguir en la terapia. Se explica de una forma clara al paciente como «funciona» su problema y de qué manera se va a trabajar para resolverlo.
Tratamiento psicológico.
En esta fase el psicólogo guía al paciente en el aprendizaje de las técnicas necesarias para afrontar y solucionar su problema. La mayor parte de la terapia transcurrirá a lo largo de esta fase. La fase de tratamiento psicológico es un componente fundamental dentro del proceso terapéutico en Avant Psicología. Esta etapa implica la implementación de estrategias y técnicas específicas diseñadas para abordar los problemas emocionales, cognitivos y conductuales del individuo. El enfoque terapéutico se adapta a las necesidades únicas de cada cliente, promoviendo un ambiente de confianza y colaboración entre el terapeuta y el paciente. En Avant Psicología, se valora la diversidad de enfoques terapéuticos, incorporando técnicas basadas en la evidencia y enfoques personalizados para garantizar la eficacia del tratamiento. Los terapeutas trabajan de la mano con los clientes para identificar metas terapéuticas específicas y desarrollar estrategias prácticas para lograr un cambio positivo.
Durante la fase de tratamiento, se fomenta la autoexploración y la reflexión guiada para ayudar al individuo a comprender patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar contribuyendo a sus dificultades. Se utilizan intervenciones terapéuticas adaptadas, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso, y enfoques centrados en la resolución de problemas, entre otros. El objetivo principal del tratamiento psicológico en Avant Psicología es proporcionar herramientas y habilidades que permitan al cliente enfrentar desafíos, mejorar la gestión emocional y construir una base sólida para el bienestar mental a largo plazo. Además, se promueve el desarrollo de la autoestima, la resiliencia y la capacidad para establecer relaciones saludables.
Seguimiento.
Cuando se ha producido una mejora sobre los síntomas que el paciente presentaba en un inicio, es el momento de que éste empiece a funcionar por sí mismo. Entre sesión y sesión el paciente sigue poniendo en práctica las habilidades aprendidas. El psicólogo supervisa esta puesta en práctica y le indica como afrontar puntualmente alguna dificultad. Esto será importante para trabajar la prevención de recaídas y el mantenimiento de los logros obtenidos durante la terapia.