La voz es el sonido resultante del aire pulmonar espirado producido por la laringe, donde luego es amplificado y reforzado por las cavidades de resonancia. Además no solo se trata de aire sonorizado, sino que también es la expresión de una persona, su herramienta de comunicación y que refleja sus estados de ánimo, personalidad, salud, etc.

Cuando hablamos de trastornos de la voz nos referimos a los cambios que ocurren en los parámetros vocales (frecuencia, intensidad, duración y timbre). Estos problemas pueden ser transitorios y su origen es muy variable (abuso vocal, trastornos vocales con o sin alteraciones anatómico-morfológicas de origen funcional, vírico, bacteriano, traumatismos, etc.).

Intervención multidisciplinar.

Muchos de estos trastornos afectan a personas que utilizan la voz como instrumento de trabajo, creando en ellos, aparte de los trastornos vocales, múltiples trastornos de tipo psicológico (ansiedad, depresión, sensaciones de malestar…).

Por otra parte, aunque la mayoría de los trastornos en las cuerdas vocales pueden remitirse con tratamiento logopédico, la coordinación con el especialista en O.R.L. es fundamental. Así mismo, cuando la intervención quirúrgica es necesaria e inevitable, la actuación del logopeda será crucial tanto en el proceso preoperatorio como en el postoperatorio.

Clasificación de los trastornos de la voz.

Denominamos a los trastornos de la voz disfonías. Podemos encontrar un sin fin de disfonías provocadas por diferentes causas; desde inflamaciones (artritis cricoaritenoidea, laringitis…), hasta traumatismos (traumatismo edolaringe, lesiones por radiaciones, granuloma post-intubación, traqueotomía, laringectomía, quemaduras térmicas, químicas…), o malformaciones de origen congénito (laringomalácia, laringocele, síndrome cri du chat, estenosis subglótica congénita, quistes, hemangioma subglótico congénito…). No obstante, me voy a centrar en aquellas disfonías causadas por un trabajo excesivo o mal ejecutado de la voz, es decir, disfonías funcionales. Estas a su vez se clasifican en:

  • Disfonías funcionales hipercinéticas. En este tipo de disfonías es muy común observar síntomas como tensión en el cuello, rampas musculares, picor en la garganta, necesidad de carraspear o toser. En la mayoría de las ocasiones al inicio del día hay una voz tensa y al final del día se da una pérdida de la voz, los músculos de la laringe están como paralizados. La intervención logopédica se centra en un programa de reposo vocal parcial o total (restricción total o parcial del uso de la voz), de higiene vocal (identificar para después eliminar los patrones que conducen al abuso o mal uso vocal) y de terapia vocal (la cual tendrá como objetivo eliminar el abuso vocal o mal uso, reducir el ataque glótico, reducir la intensidad vocal y ajustar el tono vocal a un nivel adecuado mediante diversas técnicas). El pronóstico de estas disfonías son favorables y con terapia remiten en la mayoría de los casos. Las pataologías que se enmarcan dentro de estas disfonías son las siguientes: monocorditis vasomotora, laringopatías funcionales, calambre vocal, voz de bandas ventricular, hemorragia submucosa de las cuerdas vocales, disfonías infantiles, disfonías psicógenas, disfonía del cantante, úlcera de contacto y, las más comunes, nódulos vocales, pólipos vocales y edema de Reinke.
  • Disfonías funcionales hipocinéticas. En este tipo de disfonías se da una debilidad en la fonación que engloba formas de inhibición o perturbación, predominando la hipofunción, hipotonía, hipokinésia y la hipoexitabilidad o la paresia. Los síntomas que se observan son tensión en el cuello, en los músculos claviculares e incluso en los músculos dorsales del cuello, tos al tragar, esfuerzo para producir voz y hablar, pérdida de la intensidad. La causa de estas disfonías son muy variables y van desde lesiones neurológicas, manipulaciones quirúrgicas, hasta factores de mal uso o abuso vocal e incluso factores desconocidos. Lo más representativo de estas disfonías son las patologías tales como hiatos y parálisis en la cuerda vocal. Los objetivos de la intervención logopédica de estas patologías se centrarán básicamente en una estimulación y tonificación de estos grupos musculares implicados, con finalidades diferentes en cada caso. En los hiatos intentaremos que mediante esa estimulación y tonismo en las cuerdas vocales se haga desaparecer el hiato y en las parálisis intentaremos que los grupos musculares más tonificados compensen y estimulen a los más afectados por la parálisis para así conseguir que la persona afectada pueda cumplir sus funciones adecuadamente.

La voz es nuestra herramienta para poder expresar peticiones, sentimientos, refleja nuestra personalidad. Cuando se da un trastorno en la voz la persona que lo padece, se siente insegura y además puede llegar a presentar problemas emocionales. Cuanto antes empiece la intervención antes se reflejarán los resultados y la calidad de vida mejorará.

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